Despues de la muerte siempre hay algo...aunque puede que no sea un final feliz...

domingo, 17 de febrero de 2013

Capítulo IV

                                                           Capítulo IV

(Cambio de narrador a ...)
Me desperté con el ruido del despertador de mi mesita de noche y lo aparte de un manotazo.Un delicioso aroma a tortitas y chocolate caliente se coló por la puerta entreabierta de mi habitación y me tentó a bajar hasta el comedor.Ese era uno de los trucos que utilizaba mi hermana menor,Danielle,para sacarme de la cama.Suspirando,me levanté,cogí el movil y miré la hora:Las 12:00,debía ser la tercera vez que el despertador sonaba.
Los gritos de Danielle tambien se colaron por la puerta,obligándome definitivamente a  bajar.Si algo sabía de mi hermana,es que da mucho más miedo cuando se cansa de los trucos y pasa a las amenazas.
-¡¡Erick Green!! ¡Se que estas despierto y como no bajes ahora mismo te quedarás sin desayuno durante un mes!.-Definitivamente,sus amenazas daban mucho miedo.Y tambien su capacidad para saber lo que está pasando en cada momento.
Bajé las escaleras a regañadientes y entré en el comedor frotándome los ojos.Allí me esperaba un delicioso desayuno preparado en la mesa y una Danielle llena de energía con una sonrisa feroz dibujada en su rostro.Siempre había envidiado el hecho de que nunca pareciera cansada y aquel día no fue una escepción.Sus ojos color avellana,iguales a los míos,me examinaron de arriba a abajo y se aparto un mechón de largo pelo castaño en un gesto energético.
-¡Aleluya! ¡Pensaba que te habías quedado pegado a la cama!.-Exclamó y alzó los brazos como si el hecho de que me hubiera levantado fuera un verdadero milagro.Solté un bufido y me senté en una de las sillas que rodeaban la mesa.
-¿Ya se ha ido mamá?-Pregunté mientras me llevaba una tortita a la boca.
-Sí,ultimamente tiene mucho trabajo,más de lo normal quiero decir.-Me respondió y sentí como sus ánimos se le apagaban y la mirada se le ensombrecía.
Danielle se sentó a mi lado y le dirigí una mirada compasiva.Desde la muerte de papá,nuestra madre había tenido que cargar con el doble de trabajo y Danielle era a la que más le había afectado eso.Mamá había conseguido trabajo en una oficina de gran prestigio y ya casi no tenía tiempo para nosotros,por lo que nos habíamos visto obligados a ocuparnos de casi todo,sobre todo mi hermana.Dani adivinó lo que estaba pensando,como hacía muchas veces,y forzó una sonrisa.Ella siempre hacía esas cosas,no le gustaba que la gente se diera cuenta de que algo le afectaba pero no por orgullo,sino porque no quería que la gente sintiera pena por ella.
-Pero bueno,no importa,seguro que hoy podrá estar un poco en casa.-Dijo ella con su sonrisa finjida y yo asentí haciendo como que la creía.
Estuvimos durante un rato desayunando,hablando de cosas sin importancia y deleitándonos con el delicioso chocolate caliente que preparaba Danielle.Cuando terminamos,me levanté con energía renovada.
-Yo...voy a vestirme para ir a un sitio.-Dije y sin más explicaciones subí las escaleras dirigiéndome a mi habitación sin darle tiempo a mi hermana a decir algo.
Una vez en mi cuarto me deshice de mi cómodo pijama y me vestí con una camiseta de manga corta y unos vaqueros negros.Cepillé mi cabello color chocolate y me calcé con unas converse verdes.Bajé las escaleras con rapidez y salí a la calle sin siquiera despedirme de Dani.
*****
Caminaba hacia el cementerio con la mirada clavada en el horizonte.Agarraba un ramo de rosas blancas que había comprado en la floristería y las frías gotas de lluvia que habían empezado a caer hace unos minutos se prendían en mi ropa y se deslizaban por mis mejillas simulando lagrimas.Crucé la verja que daba entrada al cementerio y me dirigí hacia una lápida cuya ubicación me sabía de memoria:La de mi padre.Cuando la encontré seguía igual que la última vez,solo un poco más desgastada por el tiempo.Deposité las rosas al lado de la lápida y me gire pues sabía que si la continuaba mirando las lágrimas empezarían a escaparse de mis ojos.
Mi rostro revosaba angustia,pero esa angustia fue sustituida por sorpresa al ver a las  figuras translúcidas que se encontraban a unos metros de mí.Eran cuatro,tres chicas y un chico,y tres de ellas se evaporaron por el aire al notar mi presencia.En otras circunstancias,eso me abría dejado impresionado,pero en ese momento mi atención estaba única y excusivamente dirigida hacia la cuarta figura.Hacia la única que no desapareció.Hacia esa chica de largo cabello negro y ojos grises que me dejó hechizado desde el primer momento.
 

lunes, 11 de febrero de 2013

CapítuloIII

                                                                      CapítuloIII
 Me esforcé por seguirle el paso a Ana durante un rato pero llego un momento en el que deje de intentarlo y me limité a seguirla con lentitud,solo acelerando cuando la perdía de vista.
Al cabo de unos largos minutos llegamos de nuevo al cementerio y me sorprendí por no haberme dado cuenta de lo lejos que iba cuando corría desesperada antes de llegar al arroyo...Donde encontré a aquella niña fantasma tan peculiar que me había indicado en sentido iría mi vida (por decirlo de alguna forma) a partir de ahora.
La voz dulce de Analissa me sacó de mis pensamientos
-Espera aquí,vuelvo enseguida.-Dijo ella y sin esperar mi respuesta se fue flotando con una agilidad y una gracia increibles hacia un grupo de árboles secos donde me pareció percibir por el rabillo del ojo una sombra con forma de una silueta humana...
Analissa volvió al cabo de unos minutos,con su imborrable sonrisa y sus brillantes ojos celestes...la única diferencia que noté es que no estaba sola.
A su lado se encontraba un joven que aparentaba mi edad,unos 17 o 18 años.Tenía el rebelde pelo color caramelo sujeto con una gorra azul elécctrico y sus ojos pardos bailaban de un lado a otro.Vestía una sudadera gris y unos vaqueros azules rotos que le daban un aspecto de chico rebelde.
-Kennedy,este es Kevin.Kevin,esta es Kennedy,la nueva.-Dijo Analissa con su amplia sonrisa.Kevin me saludó con la mano sonriendo divertido y yo le devolví el saludo un poco abrumada por el hecho de ser ''la nueva''.Conocía muy bien esa sensación de estar rodeada de personas mucho más avanzadas que tu y pude comprobar,no sin un poco de amargura,que hasta muerta te puede pasar eso.
-¿Por cierto,vistes a Valery?.-Le preguntó Ana a Kevin.Y ahí estaba,la sensación de no estar enterada absolutamente de nada.
El chico negó con la cabeza y entonces escuché una voz cálida que venía de un grupo de lápidas desgastadas por los años.
-¿Me llamabais?.-Preguntó la voz y me gire para ver a una muchacha que podría haber sido una estupenda modelo de seguir viva...y ser de esta época.
La chica que supuse que sería Valery se acercó a nosotros y aproveché para observarla con más detenimiento.Tambien aparentaba mi edad pero sus ropas de dama victoriana indicaban que era unos años más vieja,pero aun así,era hermosa.Vestía un largo vestido todo rosa pástel menos por unos lazos blancos que adornaban la parte superior y le rodeaban la cintura.A partir de ahí era todo una falda de delicados volantes y tuve que admitir que a pesar de ser un vestido antiguo,realzaba mucho su figura.Llevaba su brillante cabello recogido en un elegante moño del que se escapaban resplandecientes bucles pelirrojos y sus ojos eran verdes cuan esmeralda.Sus finos labios rosados formaron una encantadora sonrisa.
-Hola Valery.-Dijeron Ana y Kevin al unisono y,a pesar de intentar parecer despreocupado,este último parecía el más interesado en la presencia de la bella muchacha.
-Buenos días.-Dijo Valery y dejo escapar un largo suspiro.-¿Sabeis?Lo que más extraño de la época en la que morí son los modales pero en fin,no importa.Y ahora ¿no vais a presentarme a esta dama?.-Dijo señalandome y me sentí cohibida por el hecho de que alguien me llamara 'dama'.Kevin se apresuró a hablar con una sonrisa burlona.
-Oh,sí,mis más sinceras disculpas por no haberla tratado como una señorita de su posición social se merece.-Se disculpó con un tonto acento que me hizo gracia,pero que a Valery no pareció hacerle tanta gracia ya que soltó un bufido para manifestar su indignación.Analissa dejo escapar una risita.
-Valery,esta es Kennedy,murió hace poco.-Dijo y Valery recuperó su agradable sonrisa.Intuí que a ella Ana le agradaba más que Kevin.La joven se giró hacia mí.
-Un placer conocerla Kennedy.-Me dijo con un tono simpático y supe que en realidad,Valery no era ni la mitad de arrogante que parecía en un principio.Le debolví la sonrisa.
Algo me dijo que iba a acabar cogiéndoles cariño a estas peculiares personas.

domingo, 10 de febrero de 2013

Capítulo II

CapítuloII
Me quedé petrificada,mi mirada clavada en la marca de la niña y mi espalda tiesa como un palo.Si siguiera viva se diría que estaba aguantando la respiración y esa misma era la sensación que tenía en ese instante.
Esa era la marca de Tom,la que habían encontrado en su frío cadaver.
Parecía que me había convertido en piedra,parecía que ahora era una estatua más,de esas tétricas que siempre hay en los cementerios.Hasta que el grito agudo que había empezado a subir por mi garganta escapó por mi boca.Como era de esperar,la niña que lloraba se giro y clavo sus ojos azules-de reflejo inexpresivo-en mi rostro.
Empecé a balbucear frases que nadie podría entender y me habría tropezado con una raiz y caido de bruces al suelo si mi tobillo no la hubiera atravesado como si fuese aire.Antes de que pudiera decir alguna otra tonteria la niña de dorados cabellos habló.
-Eres nueva por aqui ¿no?.-Su voz sono dulce como la de las niñas de las películas de terror y un escalofrío recorrió mi espalda.
-Yo...nueva...¿donde?.-Pregunté extrañada y me quede sorprendida de haber conseguido pronunciar una frase con más o menos sentido.La niña soltó una risita dibertida de esas que hacían que te entraran ganas de sonreir.
-Ah claro,se me olvidaba que la mayoría de las personas tardan en entenderlo,verás,tu eres un...
-Fantasma.-Dije,para encanto de la niña.-Había pensado en ello pero seguía aferrandome a la esperanza de estar loca.-Deje escapar un largo suspiro y mire a la niña con curiosidad.-Por cierto,yo soy Kennedy,Kennedy Brooks ¿como te llamas tu?
-Analisa Lightnin,puedes llamarme Ana.-Dijo,y me alegré de poder pensar en ella por su nombre y no como 'la niña'.
-Analisa...¿tu tambien eres un fantasma?.-Pregunté,sin saber porque pues ya conocía la respuesta.Efectibamente,Analisa asintió,no sin un poco de tristeza en su mirada.
-Si,lo soy,asi que si quieres puedes descargar sobre mí la marea de preguntas que deben estar invadiéndote en este momento.-Me dijo,sonriente,y suspiré aliviada.Era de ayuda tener a alguien que pudiera aclarar un poco tus dudas.Mencioné la primera pregunta que se me vino a la cabeza.
-¿Todas las personas se convierten en fantasmas cuando mueren?Es decir¿están todas las personas condenadas a pasar el resto de su existencia,osea siempre,vagando por el mundo?.-Analisa sonrió dibertida,como si ya se esperara la pregunta.
-No,no todas las personas se convierten en fantasmas cuando mueren.Verás,es dificil de explicar y aun más de asimilar pero intentaré hacerlo lo mejor que pueda.-Explicó Ana mientras se sentaba en la hierba seca.La imité y me dispuse a escuchar su relato.
>>Cuando una persona muere anciana,ya ha vivido y sentido muchas experiencias a lo largo de su vida,por lo tanto ha hecho muchas cosas y esa persona muere en paz y contenta consigo misma.Sin embargo,cuando una persona muere joven aun le quedan muchas cosas por hacer.
>>A veces,el mundo decide que a una persona que muere joven aun le queda algo por hacer,algo que podría haber cambiado su vida por insignificante que sea esa cosa,digamos que una especie de misión.Bien,por eso las personas se convierten en fantasmas,porque aun les queda una misión que cumplir.Si quieres poder descansar en paz,tienes que superar este pequeño reto que a algunos les lleva siglos.Pues puede que lo que alla que hacer sea fácil,pero tambien tienes que descubrir que es.
>>Algunas personas no lo intentan y se pasán su muerte asustando la gente y vagando por el mundo,otras nunca descubren lo que deben hacer y se vuelven locas,la mayoría se niegan a aceptar su muerte.Y luego estamos los que lo seguimos intentando,aunque solo sea por poder descansar en paz.Y bien ¿En que grupo quieres estar?
Yo aun asimilando lo que me acababa de decir ¿y ahora tenia que escoger un bando?Dije la opción de la que estaba segura en ese instante,pero que hubo momentos de la historia en los que me hizo dudar.
-Yo...supongo que lo intentaré.-Dije en un hilillo de voz haciendo que la sonrisa de Analisa se hiciera mas amplia.
-¡Eres valiente!me caes bien.Ven,te presentaré a unos amigos.-Ana empezo a corre/flotar agilmente entre los árboles y me apresuré a seguirla intentando entender alguna de las cosas que acababa de aprender.

Capítulo:I

                                                                  CapítuloI
Cuando me desperte,ya no estaba en mi pequeño apartemento,sino que me encontraba tumbada sobre un montón de hierba seca. Mire a mi alrededor para contemplar una escena lugubre típica de película de terror:Árboles que extendían sus finas ramas hacia el cielo piediendo ayuda,un cielo gris en el que parecía no existir la luz del sol y lápidas...muchas lápidas.
Un pensamiento fúgaz cruzó mi cerebro ''estoy en un cementerio''
Enseguida un montón de preguntas empezaron a atacar mi mente,cosas como:¿como era posible? ¿ya me habían enterrado?¿cuanto había dormido? y sobre todo...¿Si estaba muerta como podía estar ahí ahora mismo,pensando como si estubiera viva?
Intente levantarme y,para mi sorpresa,lo conseguí.Empecé a caminar y me dejo estupefacta la ligereza con la que me movía,casi como si estubiera flotando...Observé las lápidas mientras paseaba,ahí estaban escritos los nombres de las difuntas personas con su año de nacimiento y el año en el que murieron y,a veces,tambien había una corta dedicatoria.
'Madeleine Moon 1933-1994' 'Edgar Rocks 1940-2000'...Una de las que más me llamó la atención fue esta:'Analisa Ligthnin 2002-2012' La niña había muerto con 10 años...no pude evitar sentir una punzada de lástima.Continué caminando,leyendo las inscripciones de las lápidas pero sin detenerme a fijarme detenidamente en ellas...menos en una,una que aunque ya suponía que la vería tarde o temprano,hizo que me parara en seco:'Kennedy Brooks 1994-2013'
No recuerdo cuanto tiempo estube allí parada,mirando mi nombre grabado en una lápida pues casi todos mis recuerdos quedaron concentrados en el momento en el que levanté mi mano,para secarme las lágrimas en un gesto reflejo y ví que esta era translúcida,como la de un fantasma,nunca mejor dicho.Retrocedí,horroriraza,con los ojos muy abiertos.'¡¿Como era posible?!' gritaba mi mente.Primero me había encontrado delante de mi lápida,obserbando el monton de tierra bajo el que debería de estar mi tumba ¡Y mi cadaver!.Y ahora...ahora...esto.Sabía lo que pasaba.
Una parte muy pequeña de mi de verdad entendía lo que pasaba por muy absurdo que fuese,pero esa parte era intimidada por el poco sentido común que me quedaba.Aunque,ese sentido común se esfumo en el instante en el que mi mano atraveso mi cabeza cuando me disponía a rascármela.
Si hubiera podido,habría gritado.
Antes de que yo diera la orden,mis piernas ya corrían.No.No corrían,flotaban.Y las ramas que deberían haberse enredado en mi pelo atravesaban mi cara sin dejarme un rasguño que es lo que debería haber ocurrido de haber tenido un cuerpo material.No.No tenía un cuerpo material.
Porque yo era un fantasma
*****
¿Cuánto había estado corriendo? ¿minutos? ¿horas?No lo sabía,solo sabía que era un maldito fantasma y que tenía que dejar de serlo cuánto antes.
¿Porque me había transformado en fantasma? ¿les pasaba a todas las personas?¿o solo a las que habían sido malas en la vida? Pero yo no había sido mala...en tal caso,los demas habían sido malos conmigo.Entonces...¡¿Porque era un fantasma?!Preguntas complejas y respuestas aun más complejas eran el centro de atención de mi cerebro...Hasta que escuché los sollozos.
Alguién lloraba,alguna,una niña.Dstinguía los nostálgicos sollozos tristes,esos que hacían que se te partiera el corazón y que solo podían pertenecer a una inocente alma infantil.Me acerqué al lugar de donde provenían los lloros y acabé en un paisaje aun mas triste que el cementerio.
Las hojas de los arboles parecían de color gris al igual que el cielo y el agua de un pequeño arroyo bordeado con flores muertas.El seco viento parecía traer tristes llantos y súplicas y no parecía que ningún ser vivo hubiera pisado ese lugar en años.Observé todos estos detalles con el rabillo del ojo y no les presté mucha antención pues toda ella la tenía la niña que se encontraba llorando en la orilla del arroyo.
Podía ver sus tristes ojos azules y su expresión era la de alguién que había sufrido mucho,de sus largos rizos dorados,resplandecientes como el sol,se escurrían flores muertas que probablemente había intentando usar para adornarlo .Llevaba un camisón blanco que estaba lleno de arañazos pero en su cuerpo no estaba presente ninguna herida...menos...la marca.
La marca circular que estaba en su nuca.

~Love to Death~

                                                                ~Prólogo~
Jugueteaba con el aspero trozo de cuerda mientras las lágrimas mojaban mis mejillas.Me deje caer en el desgastado sofá verde del salón mientras encogía mis flacas rodillas y me las abrazaba con mis brazon que parecían solo huesos.Había dejado de comer desde su muerte,había dejado de dormir,había dejado de salir de casa y poco a poco,había dejado de vivir.Por eso,a mi lado,estaba tendido sobre el sofá un trozo de cuerda muy simple para algunos pero que para mi era un viaje de ida a la muerte...Si,ya lo se,¿suena tonto que una chica de 17 años decida suicidarse porque su novio a muerto,no?Pero es mas que eso...Thomas era el único que me comprendía,el único que me quería en este mundo de personas falsas y traidoras.
Mis padres me odiaban,todos mis amigos me habían traicionado y todas las personas en las que un día confié me ignoraban...salvo el.Mi Tom,el único al que amé de verdad,el que me acariciaba con sus palabras y me protegía con sus besos del cruel mundo real.Y estaba...estaba muerto.
Nadie supo como sucedió,solo sabían que un día se lo habían encontrado en su cama,blanco como la nieve,con la mirada perdida y...sin respiracion.En su cadaver no había marcas de violencia,a estepción de una extraña marca circular en la nuca,pero eso no importaba,o al menos,eso creía.En esos momentos solo estaba muy ocupada pensando en que me reuniría de nuevo con el,asi que,cuando todo mi sentido común se esfumó.Acabé recurriendo a la salida mas fácil.
Comencé a oir pasos,mis padres ya llegaban,tenía que darme prisa.Cogí el trozo de cuerda y me lo enrollé alrededor del cuello,los pasos se acercaban,tiré con fuerza,ya casi estaban aquí,tire con mas fuerza y...
Una luz blanca me envolvió,yo me sentía calida,calida y féliz,pero la brillante luz se torno oscura y ahora transmitía frío...cerré los ojos.
Había muerto,pero no como me lo imaginaba.